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EVALUACIÓN INICIAL DEL PACIENTE CON COLEDOCOLITIASIS

Autor: Dr. Juan Antonio Sánchez Valle



*Algunos artículos pueden contener imágenes altamente explícitas por lo que se recomienda discreción al abrirlas.

Se debe sospechar coledocolitiasis cuando se presentan cuadros de colelitiasis sintomática (cólico vesicular y colecistitis aguda) y en la pancreatitis aguda biliar.

La formación de cálculos en forma primaria en el conducto biliar en paciente pos-colecistectomía es menos frecuente.

La evaluación inicial de la sospecha de coledocolitiasis debe incluir pruebas bioquímicas de la función hepáticas (por ejemplo, la alanina aminotransferasa, aspartato aminotransferasa, fosfatasa alcalina y bilirrubina total) y un ultrasonido abdominal del cuadrante superior derecho.

Las pruebas bioquímicas hepáticas tienen mayor utilidad en la exclusión de la presencia de coledocolitiasis, esto quiere decir que si los resultados son normales tenemos un 97% de posibilidades de que no exista coledocolitiasis. Sin embargo, si resultan estas pruebas anormales tenemos un 15% de posibilidades de que si exista coledocolitiasis. Por lo tanto las pruebas de laboratorios de la función hepática nos demuestra con mucha certeza de que no existe coledocolitiasis pero cuando están alteradas no nos pueden asegurar de que si este presente.

Las pruebas mas relevantes en este casos son las bilirrubinas, las fosfatasa alcalina y la gama glutamil transpeptidasa. Estas pruebas bioquímicas hepáticas de colestasis hepática, aumentan progresivamente con la duración y la severidad de la obstrucción biliar. Como tal, valores anormalmente mas elevados traducen una mayor probabilidad de coledocolitiasis.

El Ultrasonido Abdominal tiene una sensibilidad relativamente baja (22% a 55%) para la detección de coledocolitiasis. Sin embargo, el ultrasonido más moderno detecta dilatación del colédoco o conducto hepático común con una sensibilidad 77% -87%, que generalmente se asocia con coledocolitiasis. El diámetro del conducto biliar normal es de 3 a 6 mm, sin embargo una dilatación biliar superior a 8 mm en un paciente con una vesícula intacta suele ser indicativo de obstrucción biliar.

Además, la característica ecografía de litiasis vesicular con múltiples cálculos pequeñas ( menores a 5 mm) debe ser susceptible de sospecha de coledocolitiasis ya que son las piedras que presentan un mayor riesgo de migración hacia el conducto biliar común en contraposición a cálculos grandes o piedras solitarias.

Dada la prevalencia relativamente baja (5% -10%) de coledocolitiasis en pacientes con colelitiasis sintomática, una vía biliar normal en el ultrasonido prácticamente descarta la presencia de coledocolitiasis.

Un cálculos en el colédoco o en el conducto hepático común visto en ultrasonido es el predictor más fiable de coledocolitiasis corroborados posteriormente en colangiografía retrograda endoscópica (CEPRE) o cirugía.

La edad avanzada (mayores de 55 años), la elevación de una prueba bioquímica hepática excepto la bilirrubina, y la pancreatitis son predictores de coledocolitiasis con menor consistencia. A la inversa, los pacientes no ictéricos con un conducto biliar normal por ultrasonido tienen una probabilidad baja ( menor a 5%) de coledocolitiasis.